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La Huerta se ufana con su familia que son los vecinos del barrio

03/07/2025
La tarde del jueves 3 de Julio, en una mañana arcada en cero grado Celsius, el frío del hielo, los vecinos se animaron a plantar, aún así.
La familia de Luis Osorio fue completa, en todas las generaciones, que llegaban hasta un bis nieto.
Las plantas tiernas se animaron al frío, repollos, remolachas, zanahorias. Las de siempre que siguen el menú de las mesas de todos los días.
La parte alta y soleada del Parque, sobre la calle Gutiérrez Ruiz, es la más abrigada.
Las acelgas de hojas enhiestas, y verdes, plantadas por los escolares, hacía más de una semana, así lo afirmaban.
Un duraznero, aún adolescente, mostraba en surrealismo sus brotes apretados en tren de esperar otros soles.
Así es la vida que tiende hacia adelante.
Los vecinos, en pleno invierno, con alarmas color naranja de intenso frío, atisban el verano de la cosecha.
Los nietos, las abuelas bis, quieren plantar -“otra planta más , otra planta más “, decían con alegría y entusiasmo los más chicos.
Un planteo así, es hasta el infinito. Como la vida que germina y germina, en otras generaciones.
El Parque, en su sabiduría de tierra, sabe el secreto y es parte de esa infinitud.
Siempre está a la espera, sabe que la abstracción se cumple, ha sido cuna de semillas desde el origen, desde la creación.