El agua, ya se sabe, es imprescindible para la vida, sin ella no existirán los seres vivos. El Parque depende del agua para la supervivencia de las plantaciones y de sus antiguos árboles. Es un espacio verde, legalmente protegido por su belleza, la singularidad de su fauna y flora que poseen un valor ecológico y cultural reconocido.
El Lago de Venus
El Lago del Parque con la serena y meditativa Venus del Baño, es la presencia del agua que más recordamos.
Es otro paisaje flotante que se transforma, con las luces de la tarde, en un sueño de Monet en Salto. Los eucaliptos verdes, temblorosos, caminan lentos casi sin moverse, las flores amarillas de los Ibirapitás, hamacan la primavera en lentos remolinos de colores como otro sueño del pintor francés.
Las fuentes de agua del Lago
Su propia cuenca pluvial se escurre por los canales que bordean los caminos y los salvan de la erosión. Fueron formados con piedras lapidados por antiguos pedreros que moldearon, con sus manos curtidas, una precisión de ángulos rectos para un encastre perfecto. Son las venas claras de la lluvia de agua pura, líquida y transparente que corre hasta el Lago en la orografía abrupta del Parque.
Simone Cosenza, Paisajista de la Universidad de Milán, estudio Recuperación del Parque
Otras aguas vienen de otras cuencas detrás de “Las Nubes” y forman el inicio del arroyo Sauzal. Entran debajo del puente de la avenida Enrique Amorim, a veces generan problemas de contaminación en el Lago y en la ciudad que recibe el curso del “riacho”.
Pozo del molino de la “Casa de Piedra”

El agua estaba dedicada a su Huerta de verduras y al Huerto de árboles frutales. La máquina del Molino sin aspas no está funcionando.
Pozo de agua y bomba subterránea en casilla de ladrillos
Riega los senderos de azaleas, la zona Este del Parque sobre Avd. Blandengues y también sus aguas contribuyen a aminorar la contaminación del Lago cuando esto ocurre.
Depósito de agua sobre Avda. Enrique Amorim
Ubicado en el área de mayor altura del Parque con una torre de hierro para su mejor dispersión en natural declive. Tiene una capacidad de reserva de agua para grandes regadíos. Surgen de un pozo muy antiguo, donde se usaron máquinas primitivas de otro siglo que tardaron mucho en llegar a las napas de agua debajo del basalto.
Estaba destinado al regadío de los naranjales plantados en los grandes espacios llanos, arenosos y al de las viñas. También a la huerta familiar del cuidador del Parque en su casa llamada entonces “El Chalet”.
El agua de este depósito enorme debería regar “El Jardín Leandro Silva Delgado”, la cancha de fútbol del Parque, las huertas comunitarias de los niños plantadores, el bosque de jóvenes Timbós, el Huerto nuevo de árboles frutales nativos y el Cuadro de Naranjos plantados por alumnos del Liceo Nº 3, “José Pereira Rodríguez”.

Jardín Leandro Silva Delgado

Inauguración . del Jardín Leandro Silva Delgado, 9 marzo 2009, por el Intendente de Salto Maestro Ramón Fonticiella, Sra. Julia Elena Casaravilla, viuda del Paisajista Leandro Silva Delgado autor del proyecto y ex intendente Escribano Eduardo Malaquina (2005) quién diera inicio al Jardín mencionado.

Alberca que representa los Cuatro Ríos de la Vida del Edén, recubierta con azulejos de Talavera, donados por el Gobierno español al Arquitecto Paisajista Silva Delgado para ser ubicados allí.
Cancha de Fútbol del Parque
La hermandad del agua
El Parque reúne la comunidad del barrio, los vecinos de la ciudad y los visitantes que vienen de más lejos. Se prepara para esta reunión de espacio verde, donde se puede disfrutar la naturaleza y el bienestar, que esta convivencia procura.
El Agua es la autora de esta comunidad de disfrutar la vida. Se ha dicho que ella es “la Madre de todos los seres vivos”.
Quizás es la madre del Parque, también de los niños que juegan y plantan. Los caminantes, en sus paseos largos siguen la ronda de las hojas verdes, impregnadas de agua y en ese encontrarse ambos perciben las gotas que los hacen hermanos. La oración de la vida, recibir el agua.