01/11/2025
La música, la armonía de las cosas, hay que buscarlas. Están siempre allí, si nos adentramos en el mundo que las contiene. Muchas veces la evitamos, preferimos el barullo que aturde y atonta que Ay! , muchas veces preferimos, solitarios, apartados del concierto universal.
Ya se sabe que la música existe y nos rodea, desde las hojas de los árboles que susurran, de los arpegios de los pétalos que caen dando vueltas y en el gran “Finale” de los truenos que sacuden nuestros sentidos que escuchamos conmovidos.
El Parque suena en otra escala, la música de un piano de otro siglo que alguien decidió que allí estuviera para que sus notas sonaran a cielo abierto con el eco de otra música de pájaros y ramas que remecen.
Un prodigio el piano, sucumbieron a su encanto los niños y los jóvenes pianistas, alumnos del Conservatorio Municipal dirigido por el maestro Mario Torres. Sonará en “el Salón del Paisaje y de la Música “, los fines de semana, en la libertad del Parque, abierto a todos.
Dedicado a los amantes de la música de la vida y al ceñirse a la búsqueda de lo mejor que ella nos da.
Los cielos abiertos a las notas del sonido universal del Cosmos que emiten el Sol y las galaxias que los técnicos captan asombrados sus misterios.
Agradecemos a Lautaro que descubrió el Piano, a Nery Berniz y su familia que con gran generosidad donaron el piano para la música del Parque, al Conservatorio Municipal la dedicación de su director maestro Mario Torres y sus alumnos que tomaron el desafío de “la hermosa locura” de la música en un bosque.

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